
Capítulo 1: ¿QUÉ OCURRE HOY?
(POV Edward)
Piiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...
Me desperté cuando oí unos fuertes pitidos que provenían de algún lugar cercano. Me incorporé un poco y reconocí ese sonido: el despertador de mi hermanita, a la habitación del lado.
Tenía mucho sueño aún, así que miré mi despertador, que todavía no había sonado, y eran… ¡las 4:30 de la noche! OK, mi hermanita necesitaba una limpieza de cerebro general. ¿Por qué se levantaba tan temprano? Normalmente ella esperaba hasta las 6:00 de la mañana para levantarse, y yo me levantaba media hora después.
Bueno, daba igual la razón, solo me limité a dormir hasta que me desperté a las 5:45 y no logré dormirme más, así que me levanté y fui al baño para darme una ducha antes de ir a desayunar.
Alice ya estaba allí, comiendo de pie en la encimera, ya totalmente vestida y arreglada.
-Alice, ¿por qué te has despertado tan pronto hoy? Creo que no pasa nada de especial para que tengas que levantarte a las 4:30. – Ella me miró con cara de horror, como si hubiera dicho algo terrible.
-¡¿Es qué NO sabes qué día es HOY?-me preguntó gritando con su aguda voz.
- Lunes - Antes de que acabara de pronunciar la palabra ya estaba negando con la cabeza.
-No me refiero al día de la semana.
-Ah, pues… hoy es… creo que 14 - murmuré inseguro, no me importaba mucho saber el día en el que estábamos, igualmente en febrero no ocurría nada importante… aunque la cara de mi hermanita gemela no me mostraba lo mismo.
-Exacto, hoy es 14, de febrero… - dijo con voz soñadora.
-¿Y?
-De verdad hermanito, no entiendo como Tanya y las demás están locas por ti. ¡Tú no entiendes nada sobre romanticismo!
-No hace falta que me recuerdes a Tanya, ya estoy harto de que me siga a todas partes – Eso era verdad. Yo nunca había querido nada con Tanya, pero ella tenía metido en su cabeza que ella me gustaba, y ya había aprendido que podía ser muy pesada cuando se lo proponía. – Bueno, eso no importa, ¿qué es lo que ocurre hoy de especial? – Alice suspiró, negando con la cabeza en un gesto de rendición.
- Haber Ed, hoy es… - Pero entonces se oyó el timbre de casa y Alice se puso a saltar como loca, mientras se dirigía a abrir la puerta mientras iba canturreando "Jazz ya está aquí, Jazz ya está aquí…". No entendía por qué se ponía así, en el fondo él siempre venía a buscarla para llevarla al instituto.
-¡Adiós Ed, nos vemos luego!-se despidió y oí como se cerraba la puerta de la casa.
Estaba acabando mi desayuno cuando mi madre entró en la cocina.
-Buenos días cariño.
-Buenos días mama – Le dije mientras le daba un beso en la mejilla. – Ya voy hacia el instituto. Adiós – ella
-Adiós hijo.
Fui al garaje para montarme en mi auto y me dirigí hacia el instituto a mi velocidad normal. Sólo en cinco minutos ya estaba en el aparcamiento, donde me esperaban mi hermana con Jasper, y Emmett y Rosalie. Después de saludarnos entramos todos juntos y nos dirigimos a nuestras respectivas taquillas.
Fui directo a mi primera clase, historia, para poder evitar a Lauren, que había visto acercarse con una enorme sonrisa en sus labios. Ella era al igual que Tanya, insoportable.
Dentro de la clase sólo estaba Bella. Nunca había hablado con ella, aunque me gustaría hacerlo, ni tampoco había visto que mucha gente le hablara, pero era bonita. Muy bonita en realidad. Más natural que todas esas porristas.
Parecía que ella no se había percatado que yo estaba en la clase, ya que seguía concentrada leyendo algo que debía ser muy interesante por su expresión. Me acerqué a ella silenciosamente, y le pregunté:
-¿Qué libro es este? Parece interesante – al oírme pego un salto, la había asustado sin quererlo. Aunque sus hermosos ojos achocolatados eran irresistibles cuando se abrían con inocencia.
-Cumbres Borrascosas –dijo en un susurro, incomoda. No esperaba esa respuesta, a mi ese libro también me gustaba, aunque hoy en día nadie leía clásicos.
-¿Te gustan los clásicos? – pregunté esperanzado de que su respuesta fuera afirmativa.
-Sí, supongo…- parecía avergonzada de ello, y bajo la mirada, cortando la conexión que había con la mía, a la vez que se ruborizaba con un bonito color rosado que le dio vida a su pálida piel, aunque no tanto como la mía.
-A mí también-dije apartándome de donde ella estaba y sentándome al otro lado de la clase, a la vez que el resto de los chicos entraban.
Emmett se sentó junto a mí, y me preguntó dónde me había metido, ya que no me encontró por los pasillos.
-Lauren-contesté simplemente, y él me entendió, ya que esbozó una enorme sonrisa.
-Deberías salir con alguien, quizá de esa forma dejarías de ser un amargado, aunque solo sea un poquito –dijo riéndose de lo que el mismo había dicho.
-No le encuentro la gracia a eso.
-Pues yo sí. – Dijo ya sin reír. – Pero eso lo he dicho en serio, al menos podrías pasar felizmente el día de hoy.
-¡¿Se puede saber qué os ocurre a todos con que hoy es un día especial?
-¿Es que acaso no sabes qué día es hoy? – preguntó horrorizado, aunque no tanto como Alice lo estuvo cuando le hice la misma pregunta.
-Suéltalo.
-Pues hoy es…
-Cullen y McCarty, ¿quieren contarnos lo que están discutiendo? – preguntó el sr. Jefferson. No me había fijado que él estaba aquí, y al parecer Em tampoco.
-No estamos discutiendo nada sr. Jefferson – contestó él tranquilamente. El profesor no insistió, todo el mundo aquí sabía que no merecía la pena discutir algo sin importancia con Emmett, él hacía lo que fuera para ganar.
Las siguientes horas pasaron sin ningún imprevisto hasta que fuimos a la cafetería. Cuando llegué yo, los demás ya estaban allí. Me senté a mi silla habitual, al lado de mi hermana, que estaba hablando animadamente con Rose sobre algo. Cuando se percató que estaba a su lado me miró con una sonrisa radiante y me puso su brazo frente a mi cara.
-¿Te gusta? ¿A que es precioso?-gritó. Le cogí el brazo y lo aparté un poquito, en su muñeca reposaba un bonito brazalete de oro, donde estaban escritos su nombre y el de Jasper, y en medio de los dos había un corazón.
-Sí. La verdad es que es muy boni…
-¡Lo sabía! – Me cortó antes que acabara- Me la ha regalado Jazz hoy. Y yo le he regalado: un marco de fotos con una foto nuestra que nos hicimos aquella vez…, y un CD y dos entradas para ir al concierto de su grupo favorito, para los dos claro, porque así...
-Pues yo y Rose vamos a ir a cenar esta noche a Port Angeles- contraatacó Emmett, haciendo que Alice callara.
-¿Y por qué todo eso?-ya empezaba a estar cansado de cómo se comportaban todos hoy.
-¿Todavía no te has enterado hermanito?
-Pues no.-Contesté a lo que ella suspiró dramáticamente.
-A ver… hoy es… ¡San Valentín! – gritó fuertemente y con alegría.
