26 sept 2010

REENCONTRANDO LA FELICIDAD 4



4. OSCURIDAD


Me desperté en el suelo de una sala oscura. Me dolía la cabeza y sentía mi cuerpo entumecido, aunque no había echo ningún esfuerzo. Solamente había subido al avión y... entonces todo vino a mi mente. Esa chica de ojos rojos y mirada oscura, el chico parecido a ella y el musculoso.
Me senté, y busqué algo a mi alrededor, pero no podía ver nada.
- Al fin despertaste, pensé que me pasaría la eternidad esperando. - al oír esa voz recordé como la había llamado el otro vampiro, Jane.- No sabes lo aburrido que puede llegar a ser ver dormir a un humano, sobretodo si habla. ¿Podrías decirme una cosita? Pura curiosidad.
No tenía ni idea de a qué demonios se refería, pero no podía encontrar mi voz, ni el valor suficiente como para preguntárselo.
¿No iba a hacerme daño? ¿Por qué estaba en este lugar? Recordé que había dicho algo así como "bienvenida a Italia". ¿Acaso estaba de verdad en Italia? No entendía nada, y estaba muerta de miedo. Aunque no la veía, sabía que ella si me estaba viendo a mí. Y por muy indefensa que pudiera parecer sabía perfectamente de lo que era capaz… y odiaba saberlo ahora mismo.
– ¿No vas a contestarme? Bueno, pues te pregunto igual. - dijo con su aguda y clara voz.- ¿Quién es Edward? ¿Tu novio? ¿Tu padre? No has parado de decir ese nombre toda la noche, y también le pedías que se quedara contigo… - al oír su nombre recordé esos ojos topacio, esos que podía estar viendo durante horas sin cansarme y pensé que era la primera vez que estaba con un vampiro no “vegetariano”, sin contar a James y su aquelarre, ya que entonces él junto a su familia podía protegerme, ahora no.- No hace falta que pongas esa cara de sufrimiento, no te estoy haciendo nada. Mi don no te afecta.
- ¿Cual es tu don? – dije sorprendiéndome, estaba hablando con una vampira que seguramente deseba matarme como si no ocurriera nada. Pero recordé que en el avión habían dicho algo así como que sería mejor “guardarme”. ¿Qué significaba eso? ¿No iban a matarme?
- ¿Mi don? Ah, nada importante, solo puedo crear la sensación de dolor en la mente de las personas, y los vampiros claro. Pero a tí no te afecta, es realmente frustrante. - no era la primera vea que me decían eso, y recordé ese momento en aquel precioso prado… - ¿Ahora sonries? Eres realmente rara… Nadie sonrie cuando le dices que eres un vampiro y probablemente tú te convertirás en menos de una hora.
- ¡¿Qué?! ¡¿Convertirme?! – grité, olvidando lo que era ella. Había deseado tanto eso antes… pero no ahora, cuando no podía estar con él.
- ¿Qué sabes sobre vampiros? No reaccionas como los demás, es como si supieras sobre nosotros, ya hemos encontrado antes personas que saben de nuestra existéncia, pero simplemente contigo es diferente. Dime ¿qué sabes? – pregunto exigentemente con su melódica voz.

No hay comentarios: